La importancia del mantenimiento de las instalaciones de gas

El correcto mantenimiento de las instalaciones de gas es sinónimo de seguridad. Hay que prestar atención a que  la combustión sea correcta  y evitar la obstrucción de las rejillas de ventilación y el tubo de salida de gases. Todas  estas medidas conviene que se adopten especialmente cuando nos vayamos ausentar durante varios días, y también cuando bajan las temperaturas.

Por lo tanto, el mantenimiento de las instalaciones de gas es una responsabilidad  que deben asumir los usuarios por su propia seguridad. Hemos hablado con Instalaciones  Levante, especialistas en fontanería, albañilería e instalaciones de gas en Valencia, entre  otros servicios. Nos han  explicado el porqué de la importancia de este mantenimiento. 

El buen aprovechamiento de las instalaciones de gas

El Real Decreto 984/2015 determina que, cada cinco años, es obligatorio realizar la inspección periódica de la instalación receptora individual de gas natural. La razón de esta medida es no solamente la seguridad de los  equipos,  sino el máximo aprovechamiento de la energía. Por este motivo la persona titular de la instalación o el usuario de la misma, es el responsable de que esté en perfectas condiciones de funcionamiento.

En el caso de que  se detecte olor a gas, hay que abrir las ventanas, cerrar la llave de paso general, y no encender ningún aparato eléctrico ni interruptor. También se recomienda no fumar para evitar toda forma posible de producir chispas, y por supuesto,  hay que llamar al servicio de urgencia de la compañía

Los tipos de gases de consumo

  • Gas Natural: proviene de los yacimientos naturales y contiene una mezcla de elementos de los que  destacan los hidrocarburos gaseosos provenientes de fósiles.
  • Gas Butano: se consigue a partir del refinado del petróleo crudo, por eso mismo se le  llama “gas licuado de petróleo” (GLP). Se le agrega un odorizante como a todos los gases combustibles,  y en su caso provoca un olor muy fuerte y desagradable.
  • Gas Propano: a diferencia del gas butano, es más pesado que el aire y con mayor poder calorífico. El el caso  del gas de uso doméstico distribuidos en  tanques,  es una combinación entre butano y propano 40% butano y 60% propano) lo que se llama gas LP.