Qué es el manganeso y para qué sirve

¿Sabes qué es el manganeso, que no hay que confundir con el magnesio? Es un mineral fundamental para la salud que se almacena principalmente en las células mitocondrias, huesos, hígado, páncreas y riñones y páncreas. Es un mineral esencial que produce energía y participa en la  formación de tejidos, huesos y en la función nerviosa.

Aunque se puede obtener manganeso de la alimentación, se absorbe en muy poca proporción, y apenas el 6% de este mineral consumido es retenido por el cuerpo, ya que lo elimina con mucha rapidez. 

El manganeso se encuentra en alimentos como las nueces, semillas, cereales integrales, legumbres, verduras y hortalizas. También en el chocolate, los crustáceos, moluscos, el té o el café. Y por supuesto, en los complementos, como los de los laboratorios BambooLabs, especialistas en complementos nutricionales online. Vamos a conocer más de cerca a este mineral y sus propiedades, así como las consecuencias de la carencia de este mineral. 

Manganeso: propiedades

  • Huesos y articulaciones: el manganeso se suele combinar con otros minerales como el zinc o el calcio para aumentar la densidad ósea durante la menopausia o en edades avanzadas. También puede ayudar a fortalecer las articulaciones, ya que algunos estudios han observado que el manganeso en combinación con glucosamina y condroitina reduce el dolor de las personas con artritis. 
  • Tiene propiedades antioxidantes: el manganeso protege de los radicales libres que provocan envejecimiento, desgaste y algunas enfermedades graves como el cáncer. Para las personas que realicen ejercicio físico intenso o que consumen habitualmente alcohol, también puede ser beneficioso el manganeso.
  • Soporte para las personas diabéticas: el manganeso participa en el metabolismo de la glucosa, y ha demostrado que mejora su tolerancia cuando hay Diabetes tipo I.

Qué implica la carencia de manganeso

Cuando hay carencia de manganeso, pueden haber problemas de fertilidad, retraso del crecimiento, alteraciones metabólicas o problemas en la piel.

Se ha observado que las personas con osteoporosis, diabetes o epilepsia, son más propensas a tener carencia de este mineral, así como las que padecen inflamaciones crónicas como la artritis reumatoide.