¿Realmente necesitamos pruebas auditivas anuales?

Realizar pruebas auditivas si se sospecha que existe una pérdida de audición es muy importante, pero también lo es revisar la audición de forma periódica, ya que en la mayoría de ocasiones podemos no estar dándonos cuenta de que existe un problema auditivo.

Las evaluaciones regulares de la audición ya deberían formar parte de nuestras vidas. Aunque pensemos que nuestra salud auditiva está bien, los especialistas pueden descubrir algo que has pasado por alto.

¿Por qué deberíamos realizar una prueba auditiva anual?

Hay dos razones principales para acudir al dentista: para recibir cuidados específicos relacionados con problemas dentales o para una revisión anual. Lo mismo ocurre con el médico de cabecera: acudimos al médico cuando tenemos algún tipo de dolencia o para realizar un chequeo anual.

Al igual que ocurre con el médico de atención primaria, con el dentista, con el oculista… y con otros profesionales de la salud, también existen dos razones principales para acudir al audiólogo: para atajar un problema relacionado con la audición o para una prueba auditiva anual.

Sin embargo, a diferencia de un reconocimiento médico o una limpieza dental, muchas personas no priorizan las pruebas de audición anuales. 

Los adultos deberían realizarse cada pocos años una prueba de audición. A partir de los 50 años recomendamos aumentar la frecuencia de las pruebas auditivas y hablar con un audiólogo cada año. Esto le permite mantener bajo control la audición y detectar posibles indicadores de pérdida auditiva antes de que se produzcan daños irreparables.

La pérdida auditiva suele ser gradual

¿Por qué realizarnos un reconocimiento médico? Lo hacemos para tener un seguimiento de nuestra salud, queremos asegurarnos que no existe ningún problema de salud que hayamos podido pasar por alto.

Podemos aplicar la misma norma para las pruebas auditivas anuales. Necesitamos tener bajo control la salud auditiva y estar alerta de cualquier cambio que pueda ocurrir. 

Para cuando la mayoría de las personas perciben que están sufriendo una pérdida de audición, ya puede estar en un estado muy avanzado. Incluso si no hemos encontrado ningún signo de pérdida auditiva hasta ahora, es importante que la audición sea examinada por un profesional una vez al año. De esta manera, si se comienza a perder la audición, se puede estar preparado para enfrentarla de una manera que no afecte negativamente a la calidad de vida.

Desde audifono.es destacan que es necesario prestar atención a los signos de pérdida auditiva que puedan aparecer en la vida diaria. Muchas situaciones del día a día pueden indicar que podemos estar sufriendo una pérdida auditiva u otros problemas auditivos. 

La pérdida de audición no tratada puede afectar a la salud 

Aunque muchas personas no lo creen, con el tiempo, es muy probable que la salud auditiva cambie de alguna manera. Personas de cualquier edad pueden sufrir pérdida de audición por ruido excesivo en conciertos, eventos deportivos o entornos laborales o simplemente por envejecimiento. 

Las lesiones, infecciones y enfermedades o la pérdida de audición relacionada con el ruido se está volviendo más común entre la generación más joven. Según la OMS más de 1.100 millones de jóvenes están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido con el uso de auriculares a un volumen elevado durante períodos prolongados de tiempo, o en bares, discotecas o conciertos.

Si no se trata la pérdida auditiva, las relaciones sociales pueden cambiar, ya que la comunicación con amigos y familia puede verse afectada. Entre las consecuencias que pueden producirse por una pérdida auditiva no tratada se encuentran:

  • Deterioro cognitivo
  • Depresión
  • Descenso de la vida social
  • Dificultad para comprender en el trabajo

Una mala audición puede hacer que las relaciones con amigos, actividades en familia y otro tipo de actividades se conviertan en algo desagradable. 

¿Qué pruebas auditivas hacemos en Audífonos Cues?

Cada una de las pruebas auditivas sirven para determinar el estado de salud auditivo de cada paciente. Además, en caso de ser necesario, los resultados nos permitirán adaptar los audífonos a cada persona.

  1. Otoscopia. Esta primera prueba nos sirve para inspeccionar de forma visual el estado del conducto auditivo externo.
  2. Audiometría vía aérea. Prueba que se realiza mediante distintos tonos de sonidos para identificar el umbral auditivo.
  3. Audiometría vía ósea. Permite obtener los niveles mínimos de intensidad a los que cada persona es capaz de percibir los sonidos estimulando el oído interno.
  4. Logoaudiometría. Esta prueba de audición permite determinar la capacidad de entender palabras y conversaciones.
  5. Umbral de confort. Mediante esta prueba identificamos la intensidad máxima de sonido que es capaz de tolerar cada persona.
  6. Pruebas audífonos in situ. Demostración auditiva mediante audífonos programados para cada pérdida.

Cuanto antes se conozca la presencia de un problema auditivo, antes se podrá actuar y encontrar una solución que se adapte a las necesidades de cada persona. Evitaremos el aislamiento, la desconexión con el mundo y el riesgo de padecer otros problemas de salud. 

La revisión anual de la audición puede darte tranquilidad, ya que estarás haciendo todo lo posible para mantener tu salud auditiva y tu calidad de vida.